martes, 8 de junio de 2010

Elmejorcampeómdetoalahistoria

Tanto en portadas de periódico como en tertulias radiofónicas, blogueras, de bar y de oficina se repite la rimbombante expresión de "el mejor campeón de la historia". Apoyándose, por supuesto, en que números son amores y no buenas razones. Números = puntos, en este caso; aunque tampoco viene mal recordar los equipos más goleadores de la Liga.

Sin embargo, la Liga no comenzó con Cruyff entrenador, ni tampoco con la Quinta el Buitre, ni siquiera con Kubala ni Di Stéfano. La primera edición se jugó de febrero a junio de 1929, con sólo 18 jornadas; y aquí venimos a hacer justicia "numérica" con todos los campeones. Por lo tanto, compararemos los números relativos en base al nº de partidos jugados, en lugar de hacerlo con números absolutos.

Goles

El asunto de los goles siempre es controversial. Por un lado, cuantos más partidos se juegan más fácil es tener alguna mala racha que baje la media final de goles. Y por otro, en el fútbol de hace más de 50 años la media de goles por partido era mucho mayor que la de hoy en día. Una vez aclarado esto, vayamos a las medias de goles y hagamos un repaso histórico. Tomamos el récord absoluto de goles, los 107 del Madrid de Toshack de la 1989/90, como referencia; y extrapolamos las cifras de goles a 38 jornadas.

Y recibimos la primera en la frente. El Athletic de Bilbao imbatido de la 1929/30 (18 partidos: 12 ganados y 6 empatados) marcó 63 goles (133 a 38 partidos), y en la siguiente temporada consiguió 73 (154,111), marcando Bata 27 goles en 17 partidos. Un poco más adelante, ya en una Liga de 14 equipos, nos encontramos con el gran Valencia de los primeros 40: En la 1941/42, el Valencia alcanzó 85 goles en 26 partidos (124,23 a 38), y su máximo goleador Edmundo Suárez "Mundo" marcando 27 en los 25 partidos que jugó. Mirando las ligas de 16 equipos nos encontramos con el LaszloBarcelona y sus 92 goles (116,533) de la 1951/52 (26 de Kubala) y los 96 (121,6) de la 1958/59, ya con la guerra Madrid-Barça en pleno apogeo, donde las cifras goleadoras estuvieron bastante repartidas (20 Evaristo, 18 Tejada, 14 Luis Suárez, 9 Kubala...).

A partir de mediados de los 60 se notó una gran recesión en el nº de goles por partido y raramente algún equipo pasó de 60 goles en aquellas ligas con 30 jornadas. En la 1971/72 se pasó a jugar 34 partidos pero las cifras goleadoras tampoco aumentaron mucho. Los equipos más goleadores en aquella etapa fueron el primer Barça de Cruyff (1973/74) y el Barça no-campeón de Udo Lattek (1981/82) con 75 goles, y el R. Madrid que marcó 77 en la 1977/78 (una extrapolación a 38 partidos de 85,059 goles, muy lejos de las cifras de récord).

Hasta la Quinta del Buitre no se volvieron a ver unas cifras altas, a finales de los 80 ellos encadenaron 95, 91 y 107 goles en Liga, antes de que Cruyff comenzara a ganar ligas con el Barça, siendo el Barça más goleador el de la 1993/94 (el de los 30 goles de Romario), llegando el equipo a los 91 goles. Hasta la temporada pasada con el Barça de los 105 goles, en el resto de ligas la cosa quedó lejos, exceptuando al Barça de Ronaldo con 102 goles, aunque en 42 partidos (92,286 con 38 partidos); baste decir que el Valencia ganó la Liga 2001/02 marcando 51 goles.

Puntos
Valencia C.F. 1942

Para calcular los puntos relativos, se ha dado el valor de 2 puntos a las victorias para poder comparar, y de nuevo se han extrapolado las puntuaciones de los equipos que jugaron ligas con menos (o más) de 20. Los mejores campeones según el tamaño de la liga son:

- 10 equipos: Athletic Bilbao, 1929/30. 30 puntos en 18 partidos = 63,333.
- 12 equipos: Betis, 1934/35. 34 puntos en 22 partidos = 58,728.
- 14 equipos: Valencia, 1941/42. 40 puntos en 26 partidos = 58,462.
- 16 equipos: Real Madrid, 1960/61. 52 puntos en 30 partidos = 65,867 (el 2º sería el Barça de la 1958/59 con 51 que serían 64,6).
- 18 equipos: Real Madrid, 1985/86. 56 puntos en 34 partidos = 62,588.
- 20 equipos: Hasta esta temporada, el Real Madrid de 1989/90, 62 puntos en 38 partidos.

Temporada 2009/10: Con 31 victorias y 6 empates, si contáramos 2 puntos por victoria el Barça habría conseguido la impresionante cantidad de 68 puntos. Por lo tanto, tanto relativa como absolutamente el Barça es, por puntos, el mejor campeón de la historia de la Liga hasta 2010.
¡Força Barça!

viernes, 28 de mayo de 2010

Asturias Patria Querida

Tras el reciente fichaje estrella de Villa por parte del F.C. Barcelona he creído conveniente hacer un pequeño homenaje a todos mis compatriotas asturianos que vistieron la camiseta de este gran club. Algunos son de sobra conocidos por el aficionado medio y han hecho historia (llegando incluso a capitanes) y otros han realizado una contribución más modesta, pero estoy en condiciones de asegurar que todos ellos han defendido con honor y dignidad la zamarra blaugrana. Vamos a ello pues:


Herrerita, Emilín y Riera (1939-1940)



Estos tres jugadores llegaron en calidad de cedidos a Barcelona al término de la Guerra Civil, puesto que el Oviedo no pudo participar en esta edición del campeonato tras ser destruido el campo de Buenavista en la contienda. De ellos el más destacado fue Herrerita, para algunos el mejor futbolista que ha existido en el Principado.



Herrerita se formó en varios clubes de Gijón, fichando por el Sporting con 16 años y traspasado posteriormente al Oviedo en 1933 por 30 mil pesetas, una cifra altísima en la época, solo superada por el traspaso de Zamora al Maligno. Es toda una leyenda del oviedismo, club en el que militó toda su carrera exceptuando su año en Barcelona y un último año en el Sporting, tras el cual volvió al Oviedo en calidad de ayudante del entrenador. Falleció en 1991





Emilín fue otro de los militantes de la llamada delantera eléctrica azul, que lideraba el propio Herrerita. Al igual que el primero militó toda su carrera en Oviedo excepto durante su cesión en Barcelona y un año de retiro en el Sporting, con la diferencia de que este jugador si se formó en la cantera azul. El club azulgrana ofreció la galáctica cifra de 500 mil pesetas por ambos jugadores, oferta que fue rechazada de inmediato por los carbayones. Sobre Riera, es un jugador del que poco ha trascendido, no obstante contribuyó también a que el Barça evitara el descenso esa temporada, manteniendo el honor de ser uno de los pocos clubes que ha jugado siempre en la máxima categoría, honor que conserva hoy y lo hará por siempre.



Mandi (1954-1958)



Extremo derecha del Oviedo, llegó al club a cambio de una operación al más puro estilo NBA y muy en boga en aquellos días: Aloy y Ferrer ficharon por el club azul y Duró se fue en calidad de cedido. Este hábil extremo contribuyó a que el club logrará una Copa en el año 1957 en unos años en los que el club pasó un pequeño bache en lo que a títulos se refiere, tras el mítico año de las Cinco Copas y antes de lograr un doblete en 1959.



Marcial (1969-1977)



Centrocampista que, curiosamente, nunca militó en ninguno de los grandes clubes asturianos. Debutó con el Elche en Primera hasta que fichó en 1966 por el Espanyol, desestimando ofertas de Barça, Madrid e Inter (ilimitado número de (?))



Sin embargo, los pericos perderían la categoría en 1969, lo que propiciará la marcha del jugador al club culé (a quién no se le dibuja una sonrisilla boba imaginando al berberecho contemplando esta situación, eh?) Tuvo el honor de participar en la Liga de 1974 liderada por el Presidente de Honor del club, año en el que además fue segundo máximo realizador del campeonato. Por desgracia, salió por la puerta de atrás con rumbo al Vicente Calderón tras ser pillado tocando los bongos con el ilustre Charly Rexach (?). En 1980 colgó las botas en el club colchonero.



Enrique Castro “Quini” (1980-1984)



Historia viva del Sporting de Gijón, del Barça y del fútbol español, no creo que necesite presentación. Tras una prolífica carrera en el club rojiblanco (consiguió cinco trofeos Pichichi, tres en Segunda y dos en Primera) acabó fichando por el club azulgrana tras el pago de la entonces astronómica cifra de 82 millones de pesetas (años antes el club asturiano rechazó una oferta de 40 millones que acabó subiendo a 50, vive Santi Nolla) Pese a su veteranía el jugador hizo historia en el club ganando dos Copas (una de ellas anotando dos goles en la final ante el equipo de sus amores, el Sporting), una Carling Cup, una Recopa y una Supercopa Española, amen de dos trofeos Pichichi más.


Por desgracia el bueno de Quini sufrió en sus propias carnes el fatalismo blaugrana de la época en forma del tristemente célebre secuestro que duró casi un mes, y sin el cual es muy probable que el equipo se hubiera proclamado campeón de Liga. Yéndonos a algo más positivo, en su haber está haber logrado el gol 3000 del Barça en la Liga, en enero del 82 ante el Castellón en el Camp Nou. Fue un fichaje discutido por su edad (llegó con 35 años y se fue con 52, según estimaciones de la prensa de la época) pero a día de hoy todos (Bojan incluido) saben lo importante que fue para la entidad.





Tras su marcha del club volvió al Sporting donde jugó otros 3 años siendo, curiosamente, su último partido contra el F.C. Barcelona. En la actualidad ejerce de delegado en el club rojiblanco, etapa durante la cual ha superado un cáncer del que fue tratado en su segunda casa, Barcelona. Inolvidable el partido del último ascenso sportinguista en el que El Molinón le coreó el “Ahora Quini ahora” (cántico que nació para apoyarle durante esta dura lucha) entre las lagrimas de emoción de toda la parroquia rojiblanca y las suyas propias. Para muchos, el mejor futbolista asturiano de la historia de quien presumo tener el honor de haber conocido en persona cuando el que aquí suscribe era un guaje



Enrique Morán (1981-1984)



Compañero de Quini en el equipo blaugrana durante 3 años llego procedente del Real Betis aunque se formó en la cantera del Real Sporting. Extremo de gran velocidad y habilidad, consiguió con el club el mismo palmarés que el célebre ariete con la excepción de la Copa de 1980, lógicamente. Una vez finalizada su etapa blaugrana fue a retirarse a la Meseta Central, primero en el Atlético y luego en el Alcalá



Julio Alberto (1982-1991)



El jugador asturiano que ha permanecido más tiempo en el club azulgrana. Veloz y aguerrido lateral, llegó procedente del Atlético de Madrid en el que se formó (de nuevo estamos ante un jugador que nunca militó en los dos grandes clubes asturianos) junto a Marcos Alonso. En estos 9 años conquistó varios títulos importantes entre los que destacan la Liga de Venables y el “Urruti t’estimo” y la primera Liga del Dream Team de Cruyff, amen de tres Copas, dos Copas de la Liga, una Supercopa y una Recopa.


Sin embargo se fue con la espina clavada de la Copa de Europa, puesto que estuvo presente en la fatídica final del 86 ante el Steaua y colgó las botas un año antes de la conquita de la Primera en Wembley. Una vez retirado varias depresiones y problemas personales le hicieron caer en las drogas de las que, afortunadamente, logró salir unos años después (aunque dejó para la posteridad una impagable foto con Maradona en un partido contra la droga, algo que solo podría ser superado por un video de Nacho Vidal defendiendo el llegar virgen al matrimonio).


Tras su rehabilitación colaboró con la Fundació F.C. Barcelona y con otras fundaciones de ayuda contra la drogadicción y se ha eregido en una especie de icono para muchos que intentan salir de ese oscuro mundo. Como último dato, administra un blog desde hace unos meses y en el que a día de hoy sigue escribiendo: http://julioalberto.typepad.com/



Iván Iglesias (1993-1995)



Jugador fichado por Cruyff procedente del Sporting en pleno acuerdo de colaboración con el club rojiblanco (el Barça cedió al hispano-danés Christiansen, por entonces una de las perlas del filial, al Sporting como parte del traspaso) Mediocentro bregador, su papel fue más bien secundario en el equipo que ganó la última Liga del Dream Team, no obstante tuvo su momento de gloria cerrando la goleada en el famoso 5-0 al Madrid.


En plena decadencia del Dream Team volvió al Sporting para, un año después, fichar por el eterno rival, el Oviedo, lo que fue considerado una traición por toda la parroquia rojiblanca. 4 años después abandonaría el club e iniciaría una serie de curiosos periplos por Rayo Vallecano, Cartagonova, el Metrostars de USA hasta que colgó las botas en el Oviedo ACF (equipo de barrio de que fue promocionado por el Ayuntamiento de la ciudad como sustituto del Oviedo dada la complicada situación económica de este. Dicho club ya no existe como tal y volvió a su antigua denominación, Astur C.F) El último favor de Iván al Barça fue recomendar a Villa que fichara por este club, cosa que ha acabado sucediendo.



Abelardo Fernández (1994-2002)



Formado también en el Sporting fichó por el Barça en pleno tardo-cruyffismo. Apodado “El Pitu” fue un central contundente y con buena salida de balón que se convirtió en un fijo en las alineaciones para todos los entrenadores que tuvo (Cruyff, Robson, Van Gaal) hasta que llegó su declive, junto con el de todo el equipo, en pleno Gaspartismo. Dejó un buen recuerdo en el aficionado medio blaugrana y en su palmarés quedan dos Ligas, dos Copas, una Recopa, dos Supercopas españolas y una Europea, a añadir al Oro Olímpico logrado también en la ciudad de Barcelona. Antes de retirarse por problemas en la rodilla militó un año en el Alavés.



Pocos años después obtendría el título de entrenador y comenzaría a dirigir equipos en las categorías inferiores del Sporting hasta llegar al equipo filial al que entrenó durante año y medio antes de ser destituido por los malos resultados. En la actualidad dirige al Candás, de la Tercera División asturiana.





Luis Enrique Martínez (1996-2004)



Formado en el Real Sporting, fue reclutado por las hordas del mal a cambio de unos suculentos 250 millones de la época. Militó durante 5 años en el Maligno en el que logró el increíble palmarés (?) de una Liga, una Copa y una Supercopa, aunque la imagen que ha quedado en la memoria colectiva de Lucho vestido de blanco fue la de su llanto con la nariz rota en un Italia – España del Mundial 94. Una vez finalizado este periodo Luis Enrique se redimió negándose a renovar por el Maligno y fichando libre por el F.C. Barcelona, haciendo oídos sordos a la petición de Capello por contar con sus servicios.



En el Barça coincidió con su paisano y ex compañero Abelardo, con el que además se proclamó campeón Olímpico en Barcelona’92, y con el actual entrenador Pep Guardiola, también medalla de oro en dicha cita. Centrocampista pechocaliente y polivalente se decía que podía jugar en cualquier posición menos de portero y de central y así fue, convirtiéndose en uno de los jugadores más emblemáticos de la plantilla, uno de los favoritos de la afición y en una pieza fundamental para todos los entrenadores que pasaron por el club. Su balance de títulos es idéntico al del Pitu, balance algo pobre consecuencia de haber sufrido de lleno la era Gaspart. Ya con el mejor president..... este, con Laporta en el palco y el otro hombre clave en la vuelta del equipo a la elite, Frank Rijkaard, en el banquillo, Lucho afrontó su última temporada en activo como capitán del equipo. El club le ofreció una renovación por un año más pero el asturiano la rechazó al considerar que ya no estaba al nivel adecuado para jugar en un equipo como éste, entregando así la capitanía a Carles Puyol, que con el tiempo se ha convertido en el capitán con más éxitos de la historia del club.



Ídolo personal del autor de este tochaco, antimadridista confeso (ha manifestado que ya no se ve de blanco ni en los cromos) y siempre acordándose de su querido Sporting (nunca celebró los goles en El Molinón como visitante) participó en varias carreras de resistencia tras su retirada. Esta experiencia le ha servido de cara a planificar trabajos físicos en el equipo que ejerce de entrenador que, como todos sabemos, es el Barça Atletic, del que tomó las riendas tras el nombramiento de Guardiola como técnico del primer equipo en 2008.




Epílogo



Este ha sido mi humilde homenaje a todos los compatriotas que vistieron la zamarra blaugrana. Había pensado incluir a Villa en este post pero finalmente he decidido no hacerlo. ¿Porque soy un vago? También, pero fundamentalmente porque voy a dejar que sea él quien escriba su propia historia en este club.


Tienes varios retos por delante David, pero uno de ellos es muy bonito: ser el primer asturiano que gana la Champions como jugador del Barça, esa Champions que Julio Alberto acarició pero nunca pudo llegar a levantar. Tú puedes.



¡Visca Barça, Visca Catalunya, Puxa Asturies!

viernes, 14 de mayo de 2010

Al pin pan y al vino wisky


Creo que tres meses despues de que se escribiera el ultimo comment ya iba siendo hora de renovar el post, no?

miércoles, 17 de febrero de 2010

El Diablo (Rojo) se viste de Milan

Qué lejos quedan ya aquellos maravillosos años. Tiempos rossoneri, cuando el Milan se paseaba por Europa con solvencia llegando temporada tras temporada a las eliminatorias finales de la Champions. Años en los que el equipo acostumbraba a jugar de pena lejos de San Siro, a ser dominado e incluso a tener la soga al cuello para rematar la faena en alguna acción aislada, casi sin merecerlo, dando argumentos a los futboladictos contrarios al juego especulativo, concepto que tan falaciosamente siempre se ha adherido al fútbol italiano. Etiqueta falsa, porque últimamente raro es el equipo (Barça y poco más) que no ha alzado la orejuda especulando con el balón. Porque Sir Alex ya no engaña a nadie. Cuando suena el himno adaptado de Händel y hay un coreano llamado Park Ji-Sung sobre la moqueta, ya se sabe, el United juega fuera de casa y lleva el mono de trabajo puesto. Así fueron los dos años anteriores (campeón y subcampeón), y así empezó ayer, en que el Milan arrolló por empuje a un ManU agazapado ante la embestida rossonera, ataque a la yugular dirigido por un Ronaldinho adelgazado para la causa, más rápido, más participativo, más descarado, que dio pinceladas de aquel Ronnie que sorprendió al mundo bajo una sonrisa eterna.

Con 1-0 y con ocasiones suficientes para hacer que el hombre del marcador buscase el 2, llegó la acción que variaría por completo el partido y, seguramente, la eliminatoria. Golpe maestro plagado de la fortuna de los campeones que hace ya demasiado tiempo abandonó la capital lombarda. El lateral zurdo Antonini cae lesionado, Fletcher se cuela por su banda, centra a media altura y Scholes, un veterano que no cuenta para aquellos que critican al geriátrico rossonero, golpea sin querer con la pierna de apoyo al balón, que se cruza perfecto para batir a Dida. Y se acabó. Porque a partir de ahí el Milan fue un quiero y no puedo, un muñeco en manos de la practicidad mancuaniana, que noqueó a su rival con las armas más viejas de los grandes vestidos de pequeños. Buen posicionamiento atrás y ganchos mortíferos a la mandíbula. Si el año pasado el maestro fue CR7, hoy la batuta en la materia la lleva Ronney, que en ocho minutos demostró ser un jugador especial en un momento de forma dulcísimo. Dos testarazos para romper el maleficio del ManU contra el Milan, que aún pudo hacer el 2-3 en una delicia de Seedorf y todavía empatar, en una acción del gran maestro en el trabajo del éxtasis bajo el cronómetro, Inzaghi. La pelota, tan bella con esos toques rossoneri entre las estrellas de los mejores, se marchó fuera. Para algunos “partido completísimo del Manchester, que demuestra todo su potencial”. Curioso, porque, como dijo ayer un compañero de partido, si llega a vestir con otra zamarra, rossonera, neroazzurra, bianconera o giallorossa, por ejemplo, el argumento habría sido: “estos italianos sólo saben ganar así”.
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Fotos: EFE

domingo, 14 de febrero de 2010

Camino a la Orejuda

Vuelve la Champions, esa competición en la que todos los equipos quieren participar, la que te da el respeto mundial, la que te eriza la piel desde la primera nota del fabuloso himno hasta que apagas la tele tras ver los resumenes de la jornada.

Y vuelve cuando más nos gusta, en las eliminatorias directas, cuando se pone toda la carne en el asador y se empieza a vislumbrar cómo de buena va a ser la temporada de cada club. Son los octavos de final, fase en la que todavía sobreviven grandes, medianos y pequeños. Unos con la obligación de pasar y otros con la ilusión de hacerlo.


Pasemos pues a ver qué eliminatorias nos deparó el sorteo y prosigamos con un análisis de calidad infinitesimal:



LYON-MADRID


El Real se marcó un all-in este verano. A priori no partía con malas cartas, pero el Flop le fue desfavorable (fuera a las primeras de cambio en copa), el Turn parece que no le ayuda (segundo en liga), así que sólo le queda confiar en el River. Se da la casualidad de que esta última carta se saca en su propio casino, lo que aumenta sus obligaciones, más aún viendo que su rival puede coronarse allí. Además, teniendo en cuenta los 5 últimos fracasos en octavos, la ansiedad en la casa blanca se puede trasladar al campo.


Suerte han tenido, en cambio, de encontrarse a un Lyon en clara cuesta abajo. Casi una década codeandose, sin premio, entre los mejores de Europa. Su mejor momento ha pasado pero tienen jugadores muy interesantes que pueden plantar cara: Lloris, Cissoko, Pjanic y Lisandro son sólo un ejemplo.


Pronóstico xiscofero: Eliminatoria igualada. Pasará el Madrid por 1 gol máximo. No descarto que esto se resuelva en penalties o por goles fuera de casa.



MILAN-UNITED


Reedición de aquella fabulosa semifinal del 2007 digna de guardarse en la videoteca. A diferencia de entonces, aquí hay un favorito claro, el United. Todos conocemos la situación actual de los rossoneros y, los red devils, pese a desprenderse de dos importantes hombres como Ronaldo y Tevez, aunque cuentan con bajas en la defensa, siguen siendo un equipo competitivo como el que más y que gana partidos casi sin querer. Y con Rooney en modo crack. No veo opción a la sorpresa.


Pronóstico xiscofero: Quizá veamos una ida igualada, pero con Old Trafford en la vuelta los británicos pasarán fácil.



BAYERN-FIORE


Eliminatoria interesante. Cuando se sorteó,matizo. El Bayern está ahora en alza con Robben en uno de los mejores momentos de su carrera. La Fiore, en cambio, pasa por el momento más bajo del año. Aún y todo, jugar la vuelta en casa les da esperanzas a los violas, pese a que el Artemio no se caracteriza por ser un fortín precisamente.


Los alemanes pueden ser la sorpresa de esta temporada. Será un rival dificil para cualquier equipo. Ojito con ellos.


Pronóstico xiscofero: Pasa el Bayern decidiendo la eliminatoria en la ida.



OPORTO-ARSENAL


Bonita serie. Equipos que juegan alegres y que tienen en la defensa su talón de aquiles. Pinta a partidos con muchas ocasiones, aunque no sea de aquellos en los que hay que apostar a más de 2'5 goles.


Los portugueses siempre ponen en apuros a sus rivales, como ya demostró en su doble enfrentamiento con el Chelsea. Raúl Meireles le pone el ritmo al juego y siempre disponen de bandas rapidísimas, con Falcao en punta. Hulk, su hombre más reconocido es una auténtica bestia. Fuerte, rápido, gran chut, buenos movimientos. Hombre a tener en cuenta sin lugar a dudas.


En el lado gunner, mucho más conocido por todos, vemos un centro del campo con 4 jugones más un espléndido barrendero como es Song, comandados por el genial Fabregas. La lesión de Van Persie les resta mucho, pero algunos seguimos confiando en el gran danés (?). Hablando en serio, la recuperación de Eduardo permite a Wenger volver a jugar con un delantero de verdad y liberar a Arshavin de esa posición en la que no ha rendido tanto como tirado a la izquierda.


La vuelta en el Emirates puede ser la clave.


Pronóstico xiscofero: Eliminatoria igualada, pero el Arsenal pasará.



Hasta aquí las eliminatorias que echan a andar esta semana. Si la próxima no hay ningún otro post programado para el Yoya Atlètic, colgaré la segunda parte.


Gallina de piel: Cervecita en mano, buenos amigos alrededor, un sofá bien cómodo y la champions en la tele. El Edén.


Hay que sejir trafajando: La ristra de lesiones de las últimas semanas me preocupa.

miércoles, 13 de enero de 2010

Pareció


Reto no superado. Aunque lo pareció.

Parecía clara la declaración de intenciones de Guardiola con su 11 inicial: el equipo de gala - salvo Pinto -, toda la artillería pesada. Que sí, que Pep cuida los detalles, que es hábil gestor del vestuario y a todos sabe contentar, que hay un equipo para la Copa. Pero cuando se quiere la competición y para ello es necesario remontar, aquí no hay ostias que valgan (aunque ello suponga, como daño colateral, quizás, un injusto castigo a Bojan, y un cargarse a Chigrinskiy).

Parecía la declaración de intenciones del Barça, su voluntad de defender el cetro de campeón, pues, infalible. Pero a veces las intenciones fallan estrepitosamente cuando los actores que han de cumplirla no acompañan. La primera parte del Barça fue un deja vu, un partido ya visto recientemente en las últimas actuaciones del equipo. Un Sevilla agresivo, intenso, valiente y presionando muy arriba al Barça. Nos suena la película, ¿no? El Barça no fue tan solo incapaz de superar la presión sevillista, imponer pausa e intentar hilvanar su fútbol; tampoco se equilibró en intensidad al juego del Sevilla. Sólo Sergio Busquets entendió de que iba el partido y fue el mejor, igualándose en condiciones a su rival e hinchándose a recuperar balones. Como el Sevilla no es el Tenerife, el Barça ni la tuvo ni mojó. Y que el Sevilla no marcara en la primera mitad tan solo se debió a una mano providencial de Pinto y a un silbido oportunísimo del árbitro de turno después de una frivolidad indecente del mismo Pinto. Parecía en estos primeros cuarenta y cinco minutos que el equipo no lo conseguiría, y bien la reflejaba esta certeza multitud de planos de Pep Guardiola con el rostro cabizbajo, la mirada perdida, el semblante impotente y preocupado que la realización televisiva ha tenido a bien regalarnos.

Visto lo visto, no parecía que pudiera haber reacción del Barça. ¡Pero vaya si la hubo! Pase lo pase, juegue regular, mal o peor, este equipo no queda noqueado ante las adversidades y siempre puedes esperar algo. La transformación fue radical. Evidentemente el Barça no pareció el mismo equipo de la primera mitad pero sí el equipo de antaño, el de su mejor versión, esa máquina futbolística que tanto añorábamos. El Barça fue un ciclón, un torbellino de fútbol, con Xavi e Iniesta renacidos y asociándose, tomando la responsabilidad y el timón, echándose el equipo a la espalda, junto con Messi, el tridente identitario, recobrando sensaciones perdidas y el juego que defienden y definen (a ellos y al Barça). Pareció que el tiempo no pasó, como instalados de nuevo en los tramos más estelares y brillantes de la temporada pasada. Hasta Guardiola creyó, más activo en la banda, corrigiendo y dando instrucciones, sintiendo el partido. Volvió el Barça orgulloso, intenso, voraz, eléctrico, incisivo, letal, colectivo, campeón, reconocible. Exhibición total e infinidad de ocasiones marradas: Ibra, Iniesta, Messi, vinga nanos!, palo, otra vez Messi...Llegó el gol, marcando Xavi, quizás, la opción menos clara. Palop salvó a su equipo, un Sevilla que flojeó ante la avalancha blaugrana y que se echó atrás, literalmente cagado, viéndolas venir, encomendándose a su portero y al santoral que venga al caso. Parecía que sí, que habría justicia, que el gol llegaría, que el Barça conseguiría aumentar aún más su leyenda de consumador de retos y que este partido en Sevilla podría significar, además, un punto de inflexión en cuanto confianza y re afirmación del equipo . Parecía. Porqué lo pretendía, porqué no podía ser de otra forma y porqué si siempre lo conseguía, ¿por qué hoy no? En un partido de dos mitades con un Barça bicéfalo, se impuso - por méritos, por sensaciones, por orgullo - la cara buena del Barça y por ello pareció que habría premio, no sólo el pase de la eliminatoria sino un camino franco y despejado - el Deportivo se erigiría como máximo rival - en la Copa del Rey, una ilusionante invitación al barcelonismo a no tirar la competición.

Parecía. Pero, extrañamente (o no: lo extraño sería no fallar nunca), hoy no fue suficiente todo. Y al final, pereció.