Laporta dijo que n'aprenguin... pero nunca aprenderán.
Segunda intentona de Floppy. Dijo Albert Einstein -y creo que habrá unanimidad en reconocerle una inteligencia muy por encima del mal llamado ser superior- que si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Pues bien, Florentino repite el mismo intento que le llevó al fracaso en su primer proyecto: ficha por una cifra estratosférica a Cristiano Ronaldo, Kaká y Benzema, desprendiéndose -o intentando desprenderse- de jugadores muy aprovechables y de gran clase, que han rendido a un nivel notable en la última temporada, como Robben y Sneijder, y de otros que prácticamente no han tenido ocasión de demostrar su valía, como Huntelaar.
Y estoy convencido de que si su proyecto fracasa -que fracasará- el Tito Floren, sin despeinarse, repetirá la misma operación gastándose todos los años cifras parecidas, hasta que lo echen -o en un golpe de suerte, hasta que gane algo por casualidad o porque toca-. Porque, y ese es otro misterio, nadie sabe por qué el Madrí saca tanto dinero de bancos y cajas -no cal que en parlem-, del Ayuntamiento o quién sabe si sale del bolsillo del propio Floren.
El Barça, en esto de conseguir dinero de los bancos, cajas, caixes, Excelentísimo -es un decir- Ayuntamiento y lograr liquidez en general, está históricamente gafado. La ilusionante realidad de su juego mágico y el triplete deberían, en teoría, atraer más monedas que un electroimán, pero la realidad es bien distinta: no nos quieren dar a entender que somos pobres, pero sí que vamos justitos de dinero y no conviene gastar demasiado. Lo vamos a dejar ahí: confiemos en el hombre experto en dinero que tiene el Barça, por muy pachangueras que sean las americanas que lleva.
Y es ahora cuando entro en materia. En estos últimos meses lo he ido viendo, pero no me daba cuenta del alcance de lo que veía. El partido inicial de pretemporada del Real Madrid -me diréis bueeeeno, es el primer partido, hay muchos suplentes- fue tan triste y decepcionante, que casi me dolió. ¿Es que no habrá un mínimo de emoción en la próxima liga? Y más después de ver la primera parte del Tottenham-Barça: es el mismo Barça, da igual que jueguen Iniesta, Messi y Henry, como que sean Montoya, Muniesa y Pedro. Da igual que sea el Barça Atlètic, los juveniles o los alevines del torneo televisivo anual: cada vez que vemos sus partidos tenemos la sensación de un déjà vu. Con ritmo -Pep programó dobles sesiones de entrenamiento para poner al equipo físicamente en forma-, es el mismo esquema de juego, es el mismo dominio. La misma manera diabólica de combinar. Cuando todos decíamos que sin extremos no se puede jugar, van estos equipos del Barça y juegan su mejor fútbol sin extremos. Cuando todos decíamos que con pequeños no se va a ninguna parte, salen Xavi, Messi e Iniesta y roban balones, se anticipan, presionan... Cuando todos decíamos que no se puede atacar porque el centro está atapeït, van ellos y rompen por el centro, con paredes imprevistas, con diagonales impensables, despistando a los defensas con dríblings, con fintas, apurando hasta el límite del fuera de juego, sentando a los defensas con el pensamiento si hace falta, y logrando unos goles de calidad suprema y de una vistosidad plástica impecable. Es el estilo irrenunciable, con el cual hemos logrado las 3 Copas de Europa, el 0-5 del año 74, el 2-6 del 2009, el que nadie duda ya que forma parte de nuestra manera de ser, el único con el cual triunfaremos.
Porque señores, este Barça no empezó la temporada pasada, ni la anterior, ni siquiera hace cinco años, sino cuando Iniesta, Messi, Valdés, Puyol, Xavi y compañía ingresaban en el club y se hacían hombres y jugadores de fútbol, en mayúsculas. Mientras que en la ciudad deportiva del Real Madrid cuidan de la cantera para ver si alguien sirve para el primer equipo, en la del Barça se cementa el armazón del futuro campeón de Europa. Luego, si hace falta, se ficha a las cireretes del pastís para completar los huecos: Dani Alves, Eto'o, Touré, Henry... pero la base es la que Oriol Tort y los que han continuado su impagable labor han estado inculcando, día tras día, a sus discípulos y futuros campeones. Ellos merecen un homenaje: son los que han fabricado, entreno a entreno, partido a partido y temporada a temporada a nuestros cracks, y siguen haciéndolo con los que vienen detrás, y a los que reconoceríamos simplemente por su manera de jugar, aunque fueran todos chinos y vistieran de rosa como César Sánchez. Una ovación para todos ellos: estoy seguro de que si cogieran a los chavales del Madrid, en seis meses o menos fabricarían un Cristiano o un Kaká de catorce años... pero Florentino sabe que esta es su última oportunidad y no puede fallar, y ha jugado a lo más fácil y más caro.El tiempo, juez implacable, juzgará: ganará el blanco o el blaugrana. Yo estoy convencido de que la suerte está echada: nosotros tenemos mimbres para años, ellos están obligados a fichar sin parar. ¿Continuará la connivencia de los bancos e instituciones con el Madriz, o se cansarán al final de darles su apoyo? ¿Serán -¡por fin!- los colores blaugrana símbolo de prestigio y lugar de destino preferente de bancos, cajas, instituciones, jugadores y representantes? Ojalá. ¿Que tendremos que continuar con lo puesto? ¡Bueno, tampoco estamos tan mal, especialmente esta temporada!
HAY QUE SEJIR TRAFAJANDO para que el dinero venga al Barça, en lugar de estar siempre persiguiéndolo.
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