lunes, 24 de noviembre de 2008

Blondes and Goals by Cop de Falç

Benvolguts companys:


Sí, soy un tipo con muchas tonterías encima. Y sí, me afectan las supersticiones tontas. Creo en la justicia "divina" en la vida, en las maldiciones de Guttman, y en otras grandes y pequeñas chorradas. Y desde hace una temporadilla en que si veo y comento el partido del Barça en el Yoya la cosa acaba fatal. Desde el partido del Sporting de Gijón previo a mi "blonde-affaire" es partido que veo, total disaster. Miento, partido que comentaba. Porque un día metimos 6 y yo estaba en el sofa, con el partido puesto, pero vamos, que estaba menos por el partido que por otras cosas.


Y ciertamente, esos sacrilegios se pagan. Ahora mismo me siento como si hubiera estado fornicando en el altar de la catedral de Burgos o como si una Geneviève Dulcelèbvre (cooperante internacional) de la vida me hubiera hecho un francés en un confesionario.


Recuerdo asimismo a un amigo mio llamado Gabri (ahora es director de una importante ingenieria nacional con sede central en Las Arenas) que me dijo: "Copde, el día que una mujer te haga perderte un Barça - Benidorm serás un pardillo en sus manos. Yo nunca me perdería un Barça Benidorm, de hecho descuelgo el telefono y el timbre cuando juega el Barça". Gabri, hombre cabal donde los haya, con asiento en lateral, cumple fielmente su palabra. Yo esta temporada me perdí el Barça-Benidorm.


Es obvio que tras esas reflexiones el dibujo de un 4-3-3 con Hleb y Bojan en los extremos no tiene nada que ver con el triste papel del equipo este fin de semana. Que el que Gerard Piqué hubiera sido el año pasado el suplente del suplente del central del United no indica que fallos como el de ayer se deban a su escasa calidad para jugar en este equipo. Ni mucho menos que tengamos un lateral izquierdo en edad de jubilación si trabajara en Telefónica.


La culpa es claramente mía que soy gafe. Banearme durante los partidos, Copde es el cenizo.


Señores, abramos los ojos. Hace unas semanas debuté en esta tribuna con un análisis sobre los factores estratégicos, tácticos y operacionales, y bueno es destacar de que pecados estamos hablando al referirnos a esta plantilla.



Permitanme ustedes la licencia de contar el número de centrales con los que contamos: Márquez, Piqué, Puyol, Martín Cáceres, Milito y Henrique (cedido en Alemania). Un total de 6, de los cuales la mitad fichados este verano.



Y ahora contemos la cantidad de jugadores de banda para un dibujo en 4-3-3... a ver, ¿hay alguien ahí? Si ustedes me apuran ponemos a Messi y a Iniesta que juegan a pie cambiado. ¿Henry? bufffff yo diría que no. ¿Pedrito? hombre el chaval voluntad pone, pero ¿es un jugador para que tenga minutos regularmente? no.



Tenemos una plantilla totalmente descompensada. Y lo grave es que esta temporada era una temporada de limpieza y, por tanto, de iniciar una cimentación para un nuevo proyecto. Y si algo es necesario en una temporada asi es, como mínimo, compensar la plantilla, aunque luego te falten algunas piezas importantes, que nos faltan, como un hombre de banda y un todocampista tipo Lampard, Gerrard o el Deco de los mejores tiempos.



Pero adquirir 3 centrales en verano teniendo otros 3 demuestra una carencia de estrategia terrible. Y si la estrategia va mal, todo lo demás se resiente en exceso por muy bien que se pueda intentar hacer.



Pasando de los valores estratégicos a los tácticos nos hallamos ante un entrenador novel, con carencias y falta de experiencia. Su planteamiento en el último partido durante los primeros sesenta minutos es pésimo y desastroso. No obstante, es obvio que la experiencia se coge con el tiempo, y que si planteamos esta temporada como una transición entre proyectos, es posible que Pek pueda ser considerado como una opción de futuro. Pero no podemos mirar para otro lado cuando lo hace mal.



Finalmente en los aspectos operativos, seamos sensatos: este equipo dispone de jugadores que están a un nivel muy inferior de lo que requiere un club con aspiraciones serias a liga y Champions. Pero de nuevo estamos hablando de una planificación estratégica deficiente que es la que lleva a estas situaciones.



Sí, apreciados contertulios. Nuestro cáncer, la inoperancia total, la más absoluta incompetencia tiene un nombre y apellidos y se llama Aitor Begiristain. Él y aquellos que le secundan, le aconsejan, son la causa de que estemos en una temporada de transición mal planificada. El tiempo nos mostrará el camino y nos pondrá en nuestro sitio. Lamentablemente hace tiempo que el sitio de ese señor estaba de puertas afuera de este club.

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