Ojeo virtualmente por internet el AS y Marca en busca de rastros pestilentes de villarato en la victoria de ayer del Barça contra el Numancia. No inciden demasiado las tintas en ello, luego pienso que las presuntas jugadas polémicas (gol anulado a los sorianos, primer gol en fuera de juego del Barça) no fueron ni tan flagrantes ni tan determinantes como quisieran. Después del latrocinio de Pérez Burrull a favor del Madrid, que nadie dude que esperarán pacientes un arbitraje escandaloso favorable al Barça para sacar la artillería pesada. Se lo hacen encima.
Leo la indignación de varios compañeros del haloscan por los comentarios de Julio Salinas en la retransmisión de la Sexta. Otro culé (¿le suponemos tal condición?) que no ejerce de tal por temor a que lo acusen de filobarcelonismo y falta de objetividad. Nada nuevo bajo el sol: Epi, en sus comentarios de fútbol aéreo, fue pionero en ello. Nunca entenderé ambas posturas de diluir su afiliación, no con neutralidad, sino con evidente indiferencia y displicencia, cuando no odio. No veo que ex-jugadores blancos actúen igual cuando ejercen de comentaristas en partidos del Madrid. Si hasta Cañizares se viste de ultrasur cuando salió a patadas del Madrid. Conclusión: queremos a Hristo Stoichkov de comentarista blaugrana. De comentarios de calidad, pocos, pero lo que nos íbamos a reir y lo que nos iba a defender de la impunidad de indocumentados con micro en mano.
¿Y sobre el Barça? Pues lo de siempre, un suma y sigue de victorias y rivales en pos de la indefectibilidad del título de Liga. Ayer, con una persistencia y fe en la victoria que derribó la perfecta resistencia numantina de la primera parte. Con un tridente de delanteros letal en evidente estado de gracia y una ambición desmesurada por agrandar la voracidad legendaria de nuestros héroes aun estando los partidos sentenciados. Qué orgullosos nos sentimos de ellos.
Gallina de piel: la declaración de intenciones de Messi en sus declaraciones post-partido y su beso al escudo en su primer gol. Cierto que tales actos no son certeza absoluta de nada en un futuro, pero desactiva debates y campañas de desestabilización de presente.
Hay que sejir trafajando: el carácter de urgencia de este post y la precipitación en su elaboración: el niño me apremia para que lo saque a pasear. Así no se puede, no...
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