domingo, 26 de abril de 2009

Jornada de transición ( ? )

Desangelado partido el del Barça en Mestalla.

Tras un arranque incial en el que todo parecía seguir el curso de las últimas fechas - eso es, el rival rendido ante el irresistible juego de los azulgrana - el timón dió un giro brusco y fueron los valencianistas los que se hicieron con el control.

Sin embargo en la primera jugada en la que los nuestros pudieron trenzar con claridad, genialidad de Iniesta y Messi para adentro. El gol dejó unos minutos aturdido a los ché pero lejos de venirse abajo parecieron enrabietarse.

La fórmula era clara, presión a media cancha asfixiante para poder salir a la contra con muchos metros por delante. Baraja y Silva recogían las recuperaciones rápidas de los Marchena, Albiol y cia y dibujaban el contrataque a los bulliciosos Villa, Mata y Pablo Hernández. En ese sentido, el de no tener pérdidas, sorprendió negativamente el papel del mejor especialista, Xavi. Busi tampoco encontró su sitio y Keita se limitó a ser Keita. Tan sólo Iniesta conseguía darle cierto control al equipo. Con este panorama es claro que nuestro centro del campo fue borrado, es decir, nuestra mejor arma anulada.

Y cuando más se clamaba, desde los banquillos y desde casa, la necesidad de matar la primera parte llegó lo que todos intuiamos, el mazazo. Pablo Hernández lanza un corner, Valdés queda enganchado con Villa en el área pequeña y llega ese medio segundo tarde, Puyol salta con fuerza pero sin sentido. Resultado, balón que rebota en el holandés Maduro y empate a 1.

El público de Mestalla se volvió loco y al equipo blaugrana le entraron las dudas. Lo aprovechó el único jugador de la Liga que resopla como un caballo al correr, Pablo Hernández, para confirmar que el Valencia le estaba ganando la partida al Barça, también en el marcador.

En el descanso Pep les dijo - según nos ha hecho saber él mismo - que no perdieran el control del partido en ningún momento, que el gol llegaría, lo que importaba era no recibir el tercero.

A consecuéncia de eso, supongo, se vió a un Barça más sólido aunque menos creativo. Pasaron los minutos y las cosas no se estaban cumpliendo como Pep planeó, o al menos sólo a medias...hasta que a 5 minutos del final Messi lanzó una falta por la que nadie daba un duro, Busi entró como un obús y estorbó lo justo para que nuestro querido César le regalara el empate a Henry. Milagro visto lo visto, y así lo celebraron Pep, Tito y su chandal.

Ahora todas las miradas se dirigirán al Sánchez Pizjuán, dónde el Madrid con las bajas del incomprendido Pepe, Robben, Sneijder y las dudas de Heinze, Cannavaro y Huntelaar se agarrará a Higuaín y Raúl para lograr algo que se me antoja impensable, que el Madrid gane en Sevilla.

Poco más que decir del match, pues dejo los análisis sesudos para Tresblau. Sí, emdevant:

Esperamos que sea el jugador de la jornada:

No hay comentarios:

Publicar un comentario