¿O es que en España no hay otras ciudades, aparte de Madrid?
Por ejemplo la vital Sevilla, que discretamente se hizo a un lado para no interferir en el sueño de la capital de todos. O la pujante Valencia. O por qué no, ir a tope de nuevo con la carta triunfadora de Barcelona, que ya ha demostrado al mundo lo que es saber ganar bien y saber organizar mejor unos JJOO.
Otras gentes en nuestra España tienen derecho a la ilusión y a demostrar su empuje y su capacidad. No hipotequemos este futuro eternamente encadenados a la obsesión de una sola ciudad.
Es el momento en que Madrid, admirada y respetada por todos por el gran trabajo realizado, deje paso a savia nueva y demuestre así la hidalguía y el señorío que siempre la han caracterizado.
Gallina de piel: Su majestad la Reina, entonando a coro nuestro vibrante "A por ellos, oé" en Copenhage, cuando todo parecía aún posible.
Hay que sejir trafajando: La descentralización. España será más fuerte cuanto más rica y diversa.
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