Últimamente se ha estado hablando mucho sobre cómo afecta el “Virus FIFA” a los jugadores y, por lo tanto, a los equipos.La verdad es que jugar partidos de selección en medio de una temporada, además de romper el ritmo de las competiciones de clubes, perjudica a equipos y jugadores.
-Muchos jugadores tienen que realizar viajes hasta el otro lado del mundo para jugar un partido amistoso con su selección y hasta puede ser que sea sólo para quedarse en el banquillo.
-Son los clubes los que pagan morteradas a sus jugadores y a menudo tienen que ver cómo vuelven lesionados, agotados o con jet-lag a causa de esos partidos internacionales.
Entonces, en mi opinión, el antibiótico para matar ese maldito virus sería disputar los partidos entre selecciones nacionales, amistosos incluídos, al final de todas las competiciones. De modo que, en lugar de jugar los partidos de selecciones entre semana, sin tiempo para prepararlos y corriendo, se harían uno detrás de otro, como si fuera otra liga, en verano.
Todas las competiciones se acabarían antes (con los huecos que dejarían los partidos entre selecciones en el calendario) y a partir de entonces, quedaría más de un mes para concentrar a los jugadores y disputar todos los amistosos necesarios para disputar los partidos de clasificación para las diferentes copas entre selecciones nacionales.
Esa propuesta tiene algunos inconvenientes, como por ejemplo, que no se sabrían los participantes de Mundial, Eurocopa, Copa América, etc. hasta muy tarde. Además, como las convocatorias no serían siempre las mismas, muchos jugadores no podrían planificar sus vacaciones (aunque esas vacaciones ahora no las tienen).
Pero eso permitiría una mayor preparación de los partidos entre selecciones y si un jugador se lesionara, dejaría de jugar con su selección y no el club que le paga.
Además, también habría que arreglar algo: ¿Por qué la Copa África se juega cada dos años?
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