El Barça gana y gana y gana... y el Madrid también.
Nosotros asombramos al universo enterno con nuestro fútbol. Pero al fin y al cabo, por cada victoria, se consiga como se consiga, dan tres puntos. Luego esto se parece como un huevo a otro huevo a la liga anterior, sólo que ahora desde el puñetero minuto cero de la liga.
¿Qué podemos esperar pues? La hipótesis nula sería que ambos equipos ganaran todos y cada uno de los partidos y que la liga se decidiera en los duelos directos. Exagero, ya lo sé, pero esa es la pinta general de la cuestión.
Otra posibilidad, inquietante, es que la carrera se decida por el fondo. No de armario, una expresión que me parece una tontería: fondo en el sentido deportivo. Banquillo, estado físico a medio y largo plazo, influencia de competiciones parásitas, lesiones, sustituibilidad de piezas básicas...
Yo veo un Barça con una defensa e incluso una media sobrada de recambios. Pero la delantera... Los jóvenes sustitutos de los cracks son gente creíble y se apuesta por ellos, pero bueno, si un día cualquiera (¿este sabado?) hemos de jugar con Jeffren y Pedro, seguramente no será lo mismo que hacerlo con Messi e Ibra. ¿O sí? Si es que sí, pues nada, a callar y contentos. Pero una sombra de duda asoma ahí. Alargada. Y mejor no mentemos la portería.
Ahora mismo, mi visión del asunto es que estas navidades Laporta debería hacer un último esfuerzo, un gran canto de cisne antes de dejar la nave, y regalarle a Pep un pavo pero de los gordos, de los de fiarse un montón si sale en lugar de, digamos, un Henry.
No sé si eso es técnicamente posible. Lo que es seguro es que puede costar una pasta, mucha. Quizá (seamos ingenuos) hay que hacer valer de una vez ante algún tipo con ganas de gloria el valor de jugar en el mejor equipo del mundo, en el que todos brillan, se divierten y son felices y comen perdices en todos y cada uno de los partidos.
Aunque por cada una de sus victorias, muy injustamente, tan sólo les den tres puntos.
GALLINA DE PIEL. La noticia de la jornada: Clinton desvela que Yeltsin fue localizado en calzoncillos y beodo intentando parar un taxi frente a la Casa Blanca. Quería comerse una pizza.
HAY QUE SEJIR TRAFAJANDO. Vale, pero mañana en Barna no. Yupiii.
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